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7 de diciembre de 2010

Guiño, guiño

Anoche estaba citado a una fiesta, a la cual no podía asistir por falta de dinero. Una hora antes del evento un angelito me llamo por teléfono y me dijo: vamos.

La pase muy bien, fue una noche maravillosa. Nada mejor que al otro día te duelan los tobillos y las rodillas de tanto bailar. Pero aun así, me gustaría pasarla mejor.

Ahora tengo un LIO en la cabeza y otro en el corazón (guiño, guiño).

1 comentario:

Unknown dijo...

Guiño guiño te estas haciendo viejo!
ya no te bancas una fiesta! aunque eso depende de la fiesta a la que vayas..... tal vez la tuya fue peligrosa! jajaja!
You pervert!